Histórico triunfo de Ferrari en las 24 Horas de Le Mans

 

Un siglo después del primer Le Mans y 50 años después de su última presencia en el Mundial de Resistencia, un Ferrari vuelve a gamar las 24 Horas de Le Mans.

Ha sido el 499P híbrido de James Calado, Alessandro Pier Guidi y Antonio Giovinazzi, cuatro nombres (el de los pilotos y el del coche), que quedarán grabados para siempre en la historia de la Scudería.

 

 

Aquella de 1965 fue la sexta victoria seguida de Ferrari en Le Mans… justo a lo que aspiraba hoy Toyota. Pero la magia de una de las marcas por excelencia de la Resistencia, aunque haya estado tanto tiempo apartada de la lucha, ha podido con el poderío y la experiecia del equipo nipón.

 

Ferrari ya suma 10 victorias absolutas en Le Mans y llevará a Maranello el trofeo único que se ha diseñado para esta edición.

 

Espectacular duelo Toyota-Ferrari

Sin duda, la del Centenario de Le Mans se recordará por mucho tiempo como una de las más trepidantes e igualadas de los últimos años. Por el especial ambiente que le rodea y por cómo se desarrolló la carrera, plena de emoción.

De hecho, no se decidió hasta las últimas dos horas… y porque un error fatal de Ryo Hirakawa, el único japonés en el Toyota GR010 #8, estropeó un duelo que, hasta que subió el piloto menos experimentado del equipo, se preveía vibrante… casi hasta el último metro.

 

 

Porque después de superar dos tormentas que convirtieron el asfalto en hielo, una sucesión de accidentes que interrumpieron en mayor o menor medida la carrera durante la tarde, el afán de protagonismo de Porsche, Cadillac y Peugeot, que llegaron a liderar la carrera -todos ellos- y una noche no exenta de peligros… el aspirante, el Ferrari #51 y el campeón, el Toyota #8, llegaron al último asalto (las dos horas finales) separados por menos de 20 segundos y las estrategias calcadas. Ganaria quien bajase la guardia.

Antes de que llegará el golpe final, el intercambio de golpes era precioso, con Hartley encadenando vueltas en 3:27 medios (las más rápidas personales de toda la carrera) y recortando de medio segundo en medio segundo la distancia sobre Giovinazzi, que llegó a bajar de los 10″.

 

 

Pero entonces fue cuando Le Mans se cebó con Hirakawa, que perdió el coche de forma incomprensible en la frenada de Arnage, dañando tanto el frontal como la trasera del Toyota y diciendo así adiós a una victoria que deseaban los nipones, ante una numerosa (y, como se ha visto) fuerte competencia.

Una edición para el recuerdo

Aunque el final podría haber sido más apoteósico, esta edición de Le Mans se recordará por la igualdad entre los fabricantes de la clase Hypercar.

Se esperaba un dominio total de Toyota y no solo no fue así, sino que los japoneses incluso se vieron por detrás de Porsche, de Cadillac y de Pegueot en algunos momentos, incluso ya avanzada la carrera.

Los dos GR010 Hybrid tuvieron una carrera bastante buena en términos de fiabilidad, pero no tanto en cuanto a velocidad.

Aunque, aún así, el único superviviente (el #7 abandonó tras ser golpeado por dos doblados al incio de la madrugada) estuvo luchando hasta el último instante a base de orgullo. Y quién sabe si hubiera podido haber tenido opciones de no mediar ese accidente.

También compitieron con honor Cadillac, que terminó tercero y cuarto, Porsche, que tuvo una tarde brillante pero todo se le vino abajo después de las primeras ocho horas y algo parecido le sucedió a Pegueot, que se desinfló al final pero, al menos dejó cierta huella en ‘su’ carrera de cara al futuro.

5P3EDFVN WEC Endurance Media

 

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